En la entrada anterior se expusieron los primeros capítulos de la
obra de Sweezy, "Teoría del desarrollo capitalista", en ésta entrada
se da continuación a la anterior.
El sistema de producción de mercancías y el capitalismo no son la
misma cosa; mientras que el capitalismo implica la producción de mercancías, la
producción de mercancías no implica necesariamente capitalismo. Con el fin de
aplicar la teoría del valor al análisis del capitalismo, Sweezy considera
necesario examinar los rasgos que lo separan del concepto general de producción
de mercancías.
Cuando el capitalista compra la fuerza de trabajo obrero, lo que le
paga es la suma correspondiente al valor de sus medios de subsistencia. La
jornada laboral del obrero puede dividirse en dos etapas en relación a la
producción de mercancías: trabajo necesario, que revierte en el salario del
obrero y trabajo excedente, cuyo
producto se apropia el capitalista en forma de plusvalía. De este modo, a través
de la plusvalía, es como el capitalismo explota a gran parte de la producción a
costa de los beneficios particulares de una minoría propietaria de los medios
de producción.
Sweezy argumenta que el valor está compuesto por capital constante,
capital variable y plusvalía. Un factor de los capitalistas para la acumulación
es emplear los métodos técnicos más avanzados y eficientes. El objetivo es
obtener más plusvalía. Marx la va a llamar la “Reproducción Ampliada”. Este
concepto muestra la interrelación de las ofertas y las demandas cuando la
acumulación se tiene en cuenta.
La acumulación conlleva un aumento de la demanda de fuerza de
trabajo, pero la fuerza de trabajo no se vende a su valor, no hay igualdad
entre fuerza de trabajo y salarios. La plusvalía depende de la diferencia entre
el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el trabajador
produce. La solución que da Marx a este problema es el “Ejército de reserva de
trabajo”. Consistente en obreros desocupados que, mediante su competencia
activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante hacia abajo en
el nivel del salario. El empresario reduce el salario sustituyendo empleados
por maquinas. El principio del ejército de reserva es independiente de
cualquier suposición particular sobre la población para Marx. En la teoría de
Marx son principalmente las innovaciones tecnológicas las que se utilizan para
economizar trabajo, como se recluta el ejército de reserva, y solo por la
existencia continua del ejército de reserva deben existir la plusvalía y la
clase que ella sostiene.
A medida que se va produciendo la acumulación de capital
paralelamente se va dando una mejora en la mecanización del proceso productivo.
El mismo factor trabajo operando con un equipo más eficiente produce más
rendimiento pero a su vez el capitalista tiene que realizar un desembolso en
maquinaria y equipo respecto del desembolso total. Marx, con su Teoría de la
Ley quería mostrar los obstáculos por los que la producción capitalista no se
desarrollaba indefinidamente.
Según Sweezy la productividad del trabajo trae consigo contar con
trabajadores de reserva, ya que éstos, ejercen un efecto depresor de los
salarios que a su vez tienden a elevar la tasa de la plusvalía. El trabajo
pasado es capital constante y actúa como competidor y, por lo tanto, represor
de las demandas del nuevo trabajo. Sweezy mantiene que hay otras fuerzas que
tienden a elevar o a disminuir la tasa de ganancia; como son sindicatos, la
acción del Estado en beneficio de los trabajadores, las organizaciones
patronales, la exportación del capital, la formación de monopolios y la acción
del Estado en beneficio del capital.
Para finalizar, Sweezy expone que Marx siempre tuvo presente el
problema de las crisis en el sistema capitalista aunque no hizo un examen
sistemático completo sobre el tema. Esto
es debido a que las crisis son demasiado complejas como para ser
analizadas según el nivel de abstracción que Marx había utilizado en El
Capital. Eso sí, Marx analizó la crisis en los niveles de abstracción más
altos.