La canciller Angela Merkel obtuvo este domingo una victoria histórica en las elecciones alemanas seguidas con gran expectativa por toda Europa. Pero las particularidades del sistema electoral dejaban aún abierta su formación de gobierno. En muchos países parece imposible que los dos principales partidos se alíen para gobernar en conjunto, pero en Alemania una "gran coalición" entre CDU y SPD no sólo es una opción probable, sino también la más querida por los ciudadanos. Para Europa, el éxito de un partido que propone la disolución ordenada de la eurozona y quiere que Alemania salga del euro refleja el descontento de muchos alemanes con los rescates europeos, en los que el país es el mayor contribuyente, y envía una señal preocupante al resto de Europa.
Finalmente, la pasada noche (del 26 al 27) ambos acordaron gobernar en coalición hasta 2017 tras más de un mes de negociaciones. Merkel no obtuvo la mayoría absoluto por 5 escaños. El próximo escollo que deberá superar será la consulta a la militancia socialdemócrata, ya que el principal partido de la oposición se comprometió a someter a sus más de 470.000 afiliados un eventual pacto de coalición. Si pasa esa prueba, Merkel podrá ser investida por el Bundestag el 17 del mismo mes con el voto de 504 de los 631 diputados de la cámara baja. El acuerdo de gobierno,consta de más de 170 páginas e intenta dar respuesta a las principales reivindicaciones de los tres partidos, por lo que se asumen compromisos por valor de miles de millones de euros. No obstante, Merkel mantiene que para financiar esas iniciativas no habrá subida de impuestos.
El pacto incluye mejoras en pensiones y dos de los puntos claves para el SPD: un salario mínimo interprofesional de 8,5 euros por hora fijado por ley a partir de 2015 y un compromiso para permitir la doble nacionalidad.Será la segunda vez que Merkel lidere una gran coalición de gobierno, ya que en la última legislatura Merkel optó por gobernar con los liberales del FDP.